Cómo
apagar la llama de un candil,
que
tanto ama...
Díselo
tú, zagala.
Si
encuentras la fórmula mágica que
haga
posible, reliquia humana,
no
se la digas: es pura magia.
Quiere
seguir envuelto en nubes.
Con
sus tormentas, de nubes negras
con
nubes blancas, color algodón,
entrecortadas,
cual ‘chirimiri que’
empapa
su cuerpo, lava su alma,
suspira
presto todo su ser.
Querer...
quererse en lo más profundo
del
corazón, solo quererse de puro amor
producto
de su calma.
12/06/17
Antonio
Molina Medina