"refugiada
entre las sombras latidos de tu alma"
que
se nutre de la Dama de tus vientos.
De
los sabores de tu cuerpo.
De
la luz que desprenden tus ojos
cual
dos antorchas mezcla de rubí y esperanza.
Surtidor
de almas que buscan entre los
pliegues
de tu cuerpo el elixir del placer.
La
esencia de la virtud, junto al laberinto
sonrosado
donde almacena
tu
cuerpo el valor, la tristeza y el ansia
de
sentirse, enclavado de tus sueños.
25/05/17
Antonio Molina Medina