…y
haya transformado esta materia en algo útil para mí.
Yo
sólo dejó fluir la sangre por mi cuerpo, atrapándote
en
mi pensamiento, ya incapaz de renunciar al cariño
que
anida dentro de mi pecho.
No
puede haber olvido.
Anidas
en mi pecho, mujer llena de sentimientos.
Has
calado en mi alma. Has puesto mi corazón en
manos
de los vientos, azuzando mi interior conquistado
por
cada uno de tantos maravillosos recuerdos que
están
instalados en mi mente.
Producto
de los años vividos entre tus versos.
Ya
no pienso amiga mía.
Sólo
respiro tu propia vida, acuífero de luz
en
movimiento.
19/01/17
Antonio Molina Medina