ABUELA

¡Qué lástima abuela, no poder abrazarme a tu cuerpo
y depositar en él tantos besos como los que tú me dabas
en las largas noches de sueño!
Mi vieja amiga, fiel y sosegado es mi recuerdo
capaz de trasportar mi mente aceitunada
entre los campos verdes de tu pueblo.
A la pluma acudo, para no dejar de ver tu rostro
tan sereno cuyos ojos penetran en mi alma
cual puñales clavándose en mi cuerpo.
Nunca abandonaste a ser vivo que a tu regazo acudiera
ni hubo lágrimas que no limpiases de los rostros
humillados por la miseria.
Fuiste víctima de tu tiempo y jamás se hizo justicia.
Pero la ira no pudo contigo, ni el espíritu
dejó de ocultar tu fe y gallardía, dejando un reguero
de agua limpia que seguimos bebiendo noche y día.
¡Que no!, ¡Que no quiero olvidar la victima que fuiste!
Tu inocencia y amor fue el legado que a los nietos dejaste.
Fui afortunado de convivir contigo.
Ya ves…, aún sigo por los caminos, tratando
de encontrar, los restos de tu amor asesinado.
16/11/17

Antonio Molina Medina

3 comentarios:

  1. <recuerdo a mi abuela casi todos los días, hablamos de ella con mis hijas que tuvieron la suerte de conocerla. Fue la mejor del mundo (para mi) ya veo que la tuya lo fue para ti. Un abrazo

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  2. Con todos los besos y abrazos que dí a mis padres en sus últimos dias, todavía siento no haberles dado muchísimos mas.

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  3. Un bellísimo homenaje a tu abuela, imposible de olvidar a quiénes han formado parte de nuestra familia, tanto trabajo, sufrimiento, pero tanto amor siempre cosechando.

    Me ha encantado esta entradada, siempre escribes desde el corazón, y así llegan tus palabras.

    Besos enormes.

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