Cuando la luz se
aparece entre las sombras,
el
corazón retumba... sólo retumba,
y brioso se pone
trajes nuevos,
zapatos de charol
y buen sobrero.
Algo se mueve
inconmensurablemente,
junto al bello cino
de oro que el cielo
te manda
presuroso, mezcla de amor,
mezcla de
sueños.
Pletórico de
sangre, negra, verde...,
en tu agua
cristalina él se envuelve.
Se arrancaría el
corazón para ofrecerlo;
para ofrecértelo
mujer, serena y firme.
Y ponerme ante
tus pies humildemente.
Sólo para
quererte amor.
Sólo para amarte
mi bien
eternamente
siempre.
Antonio Molina
Medina