ELLA

ELLA..., TAMBIÉN ERA MI HERMANA
Ella… una flor muy delicada
que apareció por una calle
estrechita de un barrio de Triana.
Mientras, Sevilla, mora y cristiana,
nos atrapaba.
En un balcón yo la pude contemplar.
Me arrebató el alma con el brillo
de sus hojas que deslumbraban lucidez;
cuyo aroma, me trasportó a mi cuna,
aquélla dónde mi madre
me arropaba cantándome tenues nanas.
Con sus versos nos quitaban todas
las penas y aplacaban nuestras
ansias de la libertad soñada.
Antonio Molina Medina