CUANDO NIÑO




Cuando niño:
los barcos volaban por el río,
los pájaros nadaban por el monte,
y el  águila
se mofaba de mofetas entre robles.
Cuando niño:
el corazón reía y mi cara
conjugaba emociones convencido
de que el fuego brotaba de los tocones 
y que el agua era cola de dragones. 
Cuando niño:
de los manzanos, colgaban
lindos joyeles: oro y plata,
rojo y oro, plata y verde...
colores nutrientes.
Cuando niño:
mis brazos eran remos, y
si me ganaba la ardilla,
se encendían las lámparas
en los ojos de buitres.
Cuando niño,
ese mundo de niño, de ilusión,
con intenso sabor 
a ciruela y manzanas.
 Antonio Molina

SU BLANCURA

Una negra habitación cual colmena.
Se percibe sonrojada una cama vacía
con sus sábanas nuevas.
En la esquina, cerca de la cama,
una caja de cartón con unas ramas de morera,    
mordisqueadas por ágiles gusanos
Brotan blancos copos de nieve,
hilachados, de seda, en los que remontará
el vuelo la paloma, surcando
el cielo sin fronteras,
dejando atrás sábanas revueltas,
llenas de aromas de cuerpos
poseídos por el placer
de dos seres que se elevan.
Molina

YO SOY DEL SUR


TARIFA
No te das cuenta y te  dejas transportar por el eco de las palabras cual golondrinas bullen entre sus vuelos a tu alrededor, sin pensar (el cómo - ni el porqué.)
Hoy estas aquí.., mañana allí si no dejas que la mente se acomode y se aposente en la apatía del sueño.
Algo te espolea y te lanza por los caminos en busca de la felicidad, que está ahí pegadita a tu cuerpo, al que tienes que mover aun en contra de tu propio cerebro.
Y te encuentras con ella o ella te encuentra a ti… Y tu soñar, te ayuda a vivir.
Una ola de agua fresca arrastro mi cuerpo y yo me deje llevar sin preguntarle a la Luna a donde me llevaría en noche de luna nueva, los tarifeños te enganchan, enganchan sus cantes y tira de ti la música del CHACARRA... Cultura de sus gentes que no desean que desaparezca jamás.
 
YO SOY DEL SUR
A
Andalucía es mi tierra
Yo soy del sur
Yo soy del sur
Andalucía es mi tierra
Soy del sur soy andaluz
Me fusta en mosto en noviembre
Y mirar al cielo azul
Y mirar al cielo azul
De aquí fueron mis abuelos
Se formaron mis mayores
Aquí nacieron mis padres
Y nacieron mis amores.



 
B
Me gusta dormir la siesta
Yo soy del sur
Yo soy del sur
Me gusta dormir la siesta
El gazpacho y el buen vino
Los caballos bien domaos
Y la charla del casino
Y la charla del casino
Me gusta el cante sentio
El baile de cuerpo entero
Las guitarras bien templas
Y los olivares nuevos.


 
Yo soy así
Y tienes que comprender
Y tienes que comprender
Que mis costumbres son esas
Y no las quiero perder.


C 
Me gustan los toros serios
Yo soy del sur
Yo soy del sur
Me gustan los toros serios
Y los toreros con arte
Los buenos banderilleros
Y las mulillas de arrastre
Y las mulillas de arrastre
Me gusta ver la vendimia
Y beber con los amigos
Y las mujeres bonitas
Y la siembra de buen trigo.



 
 D
Me gustan las romerías
Yo soy del sur
Yo soy del sur
Me gustan las romerías
Las ermitas de mi pueblo
Las vírgenes bajo palio
Y los Cristo nazarenos
Los jardines con geranio
Las casas blancas con tejas
Los miradores con arcos
Y las ventanas con rejas.
(Letra aportada, por las gentes de Tarifa.)

 


Antonio Molina
 

 
 
 
 
 



 

 

SU REGRESO

Llegó de su pueblo.
Respiro su aire
caminando sus campos
disfrutando con ellos.
Comió de su comida
que, humilde y generosa,
ellos le ofrecieron.
El trino de pájaro
le acompañó por dentro.
Él miraba hacia atrás.
En su pronta partida
prometió regresar
con las manos vacías
de odios y venganzas;
sólo llenas de vida,
la que a él concedieron.
Antonio Molina Medina

MADRE


¿Qué queda de aquél cuerpo maltrecho que dio vidas a un mundo sin cielo? Su cuerpo destrozado, mutilado, acumulador fue de sueños rotos con el paso del tiempo; de corazones que surcan por los mares sin destino ni tino pero plenos de vida aún no consumida. Solitarios inciden en su propio destino, caluroso e inerte, que se acumula en su vientre enraizado y celeste.

 

¿Dónde queda el oro-prenda que protegía su vida, dando su parabién al compás de su brisa y sus tristes vivencias? Lejana queda su silueta. De arrugas es su cara, de silencio quedó su morada. Verde azul, triste y sonora será su conciencia. Frío inerte. Puntuosa y sabia. Cual murmullo soluble cobijaba su sombra, donde nos protegías del vendaval y las brozas.

Como ascuas encendidas al calor de sus llamas aún calientan sus cenizas, donde todavía brota el beso que con mimo nos dabas… mujer… hembra… madre… hermana…

 

Antonio Molina Medina

ÉL SIEMPRE FUE UN EXTRAÑO


Antonio Molina, Doña. Pilar Pintor Alonso, (TTE Alcalde
Delegada de Cultura y Universidad del Ayuntamiento
de Algeciras, Don. Miguel Vega, Director de la
escuela de Teatro y Música, (Ayuntamiento Algeciras) y
Don. Juan Emilio Ríos, Escritor y poeta. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 Grupo Tarifeño. (Canciones del Chacarra)
 
Él nunca dejó de amar a su tierra
y nunca dejó de sentir la nostalgia.
Su recuerdo es Andalucía,
cuya memoria le atrapa,
y le oprime la garganta.
Su grito le conmovía,
¡Andalucía…! ¡Andalucía!
Grito que se trasforma en llanto
porque su eco hace daño.
Las distancias no hacen mella
en el mundo del existir,
donde muere lentamente,
aún con ganas de vivir.
Y ya al borde de su muerte,
canta y siente su dolor
que caen las rocas
sobre su llanto.
Trozos de piedras.
Piedras sin fruto.
Piedras sin ojos.
Rocas que humedecen el aire
rellenas de sangre,
donde el grito
conmueve las montañas,
cuyo eco llega hecho sustancias
a su boca seca y amordazada.
Su cuerpo denota
pasos torpes
que recorren los páramos,
recogiendo palmitos
y hojas de palmera
ya…
secas por el calor
del desierto.

 
Antonio Molina Medina